21 d’abr. 2011

Fragmento del libro La Ley del espejo

Eiko Akiyama, un ama de casa que cumplirá 41 años, estaba preocupada.

Su hijo Yuta, de 5º de primaria, es maltratado en el colegio por sus compañeros.

Aunque diga que lo maltratan, parece ser que no llegan a golpearle. Lo más habitual es que los compañeros le ignoren o que le acusen de cualquier problema que surja.

“No me maltratan”, insiste Yuta, pero a Eiko le duele en el alma ver a su hijo tan solo y triste.

A Yuta le gusta el béisbol, pero sus compañeros no le invitan a jugar; así que, al regresar del colegio, se va solo al parque a jugar a tirar la pelota contra la pared.

Hace unos dos años, hubo un tiempo en que Yuta jugaba al béisbol con los amigos. Durante esa época, Eiko le había visto jugar en el patio del colegio a la vuelta de la compra.

Pero Yuta cometió un error durante un partido y le culparon mucho. Los compañeros de equipo le acusaron a gritos sin piedad:

“¡Tus reflejos son demasiado lentos!”.
“¡Por tu culpa hemos perdido 3 puntos!”
“¡Si perdemos es por culpa tuya!”

Eiko pensó: “Es cierto que las habilidades deportivas de Yuta no son excelentes, pero tiene también sus virtudes. Con lo buen chico que es…”.

Lo que más la hería era que no dieran ningún valor a las virtudes de su hijo. Y le fue muy duro ver cómo Yuta aguantaba los terribles comentarios de los compañeros de equipo mientras se disculpaba con una sonrisa.

A partir de ese incidente dejaron de invitarle para jugar a béisbol.

-Tú no puedes jugar con nosotros porque nos haces perder- le dijeron.

Parece ser que lo más duro para Yuta era que ya no le invitaran a jugar al béisbol. Y además esto se hizo notar en un considerable aumento de malas caras y enfrentamientos con Eiko.

Pero Yuta no quería hablar con su madre de sus problemas ni de la soledad. Insistía en lo de “Yo no tengo ningún problema”.

Lo más duro para Eiko era que Yuta no le abriera su corazón. Aunque ella intentara enseñarle el “buen modo de relacionarse con los amigos”, él sólo le decía: “¡No me des la lata!”, “¡Déjame en paz!”.

Y cuando le sugirió cambiar de colegio, le replicó. “¡Si me cambiáis nunca os lo perdonaré!”.

Eiko se sentía inútil y miserable al pensar que no podía hacer nada para solucionar los problemas de su hijo.

Un día, después del colegio, Yuta fue al parque, como era habitual, pero regresó enseguida y de muy mal humor.

Aunque le preguntara qué había pasado, sólo contestaba: “Nada”.

El misterio lo resolvió pronto una llamada de teléfono. Esa noche una amiga del barrio le llamó.

-Eiko, ¿Te ha dicho algo Yuta?

-¿Sobre qué? No.

- Esta tarde fui a los columpios con mi hijo. Yuta llegó, y como siempre empezó a jugar a la pelota contra la pared. Entonces llegaron 7 u 8 niños de su clase y gritarón: “¡Lárgate que vamos a jugar a béisbol y molestas!”; y uno de ellos le ha golpeado con el balón. Yuta se ha marchado enseguida. Lo siento mucho porque yo no he podido hacer nada.

Eiko se quedó atónita.

“¿Por qué no me ha dicho nada…?”.

Le entristecía mucho que no le dijera nada a pesar de sufrir una experiencia tan desagradable. Esa noche no tuvo ánimos ni de intentar hacer hablar de nuevo a su hijo.

A la mañana siguiente, Eiko decidió que llamaría a alguien…

Así empieza este libro, mediante el cual a través de una historia sencilla, emotiva y contada con extrema simplicidad caemos en la cuenta de que tal y como nos enseña Yoshinori Noguchi “La realidad de nuestra vida es el espejo que refleja nuestro corazón”. Es la “ley del espejo”.

“La vida es un espejo que refleja nuestro corazón”. Es decir, que “ocurren acontecimientos que sintonizan exactamente con nuestro interior”. O también se puede decir que “la causa que se halla en nuestro interior se hace realidad como efecto”.

“Para resolver de raíz los problemas de la vida hace falta eliminar la causa que se halla en el propio corazón”. Si no cambiamos nuestro interior, y únicamente esperamos que cambien los otros y las situaciones, no conseguiremos lo que deseamos.

També disponible en català.

YOSHINORI NOGUCHI
La ley del espejo (2010)
Yoshinori Noguchi nace en Hiroshima en 1963. Se gradúa en la Facultad de Economía de la Universidad de Hiroshima. Durante los años en la universidad lee todo lo que encuentra sobre psicología y filosofía del éxito.
Después de graduarse trabaja en la empresa de recursos humanos Recruit. Posteriormente se independiza, y como profesor de asesoramiento psicológico da clases a más de 30.000 personas.
En 1999 abre una consultoría y en 2003 funda la empresa Coaching Management, y desde entonces ayuda a sus clientes a autorrealizarse y conseguir sus objetivos.
Blog del autor: http://coaching.livedoor.biz/

Entrevista con el autor de La lei del espejo Yoshinori Noguchi
Se han vendido más de un millón de copias de la Ley del espejo en Japón, y ha sido premiado como Libro del Año. ¿Cuál es su secreto?
Yoshinori Noguchi: En definitiva todos buscamos la forma de encontrar equilibrio y felicidad. Esto es imposible mientras no seamos capaces de lograr una estabilidad interior y los conflictos no resueltos se interpongan en nuestro camino. Entre ellos hay muchas situaciones que hemos sepultado en nuestro pasado y que intentamos olvidar, pero que realmente no hemos superado y lastran nuestra capacidad para desarrollarnos con plenitud. Supongo que los lectores se conmovieron cuando descubrieron que perdonar puede llegar a cambiarte tanto la vida, y lo comentaron con sus amigos, corrió por Internet, y así la historia se difundió a gran velocidad. Quizás, detrás de todo esto esta el hecho de que mucha gente había perdido la esperanza de ser capaz de perdonar y en la Ley del espejo ha encontrado un sistema adecuado para lograrlo.

¿Por qué decidió escribir este libro?
Yoshinori Noguchi: Publiqué la historia en mi blog y hubo una respuesta sorprendente. Me llegaron e-mails de muchos lectores que me explicaban la emoción que habían sentido al leer el relato y que incluso habían llorado. Entonces me di cuenta de que mucha gente necesitaba esta historia y escribí el libro utilizando el relato como ejemplo y añadiendo una serie de consejos y comentarios, para que cada lector sea capaz de adaptarlo a sus circunstancias.

¿Este libro es una guía para aprender a vivir?
Yoshinori Noguchi: Si, lo escribí con esta intención. Y además creo que es importante aprender a “saber vivir” cuanto antes, porque cuando se asume esto, antes nacen las ganas de mejorar, la ambición de crecer, y se puede conseguir una vida plena. Para ello la Ley del espejo además de conceptos de psicología y filosofía oriental también se basa en las enseñanzas y las palabras de los grandes personajes de la historia.

¿La Ley del espejo es siempre efectiva para todo el mundo? ¿Con que dificultades podemos encontrarnos al intentar seguirla?
Yoshinori Noguchi: Si, al igual que la Ley de la gravedad. Precisamente podemos hablar de “ley” en cuanto que posee un valor universal. Funciona iguall para todos, independientemente de si somos conscientes o no de que está actuando, así que su efecto no puede ser obstaculizado por nada. De todas formas, cuando alguien intenta conseguir una vida feliz utilizando esta ley, entonces aparecen los egos, “no se lo puedo perdonar”, “si yo estoy bien ya me basta”, o el orgullo que nos hace olvidar el agradecimiento, etc. Esto si que dificulta el objetivo y por eso, el libro proporciona los mecanismos para superarlo.

¿Si la persona a quien querríamos perdonar murió, hemos perdido la oportunidad?
Yoshinori Noguchi: Perdonar es algo que hecemos al 100% dentro de nuestro corazón, así que no tiene nada que ver si la persona esta viva o no. Muchos de los lectores de este libro han hecho las paces con alguien ya ausente. El objetivo es lograr una liberación personal, así que no sólo es posible, sino fundamental solucionar estas cuestiones pendientes.

Entrevista a Luis Carbajal sobre el libro La Ley del Espejo
Psicólogo, terapeuta gestáltico (taller de gestalt de Barcelona, programa SAT y psicoterapia integrativa en el IPETG de Alicante) y corporal (Método Grinberg, Movimiento Armónico, reflexología y energoterapia). Creador, director y tutor de la formación en Trabajo Corporal Integrativo (TCI) desde 1999. Colaborador de la Escola d’Expresio i psicomotricitat Carme Aymerich desde 1997. Autor del libro "Hablar con el cuerpo" y “Del organismo al cuerpo” (editorial comanegra, Barcelona).

Si de alguna manera podríamos titular o definir esta obra es precisamente de cuento que llega al corazón. Prueba de ello es, como se resalta en su presentación, que el 90% de quien lo ha leído ha llorado. Y yo me pregunto si eso es o no una buena publicidad para el libro. Personalmente creo, lágrimas a parte, que este libro nos ofrece un camino al famoso “conócete a ti mismo” tan conocido en nuestra cultura y tan poco practicado. Y es por eso que quien lo lee acaba tocado. La famosa ley que nos ofrece el autor es que lo que vemos fuera no es más que un fiel reflejo de lo que llevamos dentro, esto es que lo externo es el efecto de lo interno, que lo que tan fácil vemos fuera es la viva imagen de lo que llevamos en nuestro corazón, con lo que nos está abriendo de par el par el camino de vuelta a casa, y eso, sinceramente emociona.

Evidentemente que el libro nos está ofreciendo una herramienta muy sencilla (que no por eso fácil de manejar ¡ojo!) basada en el perdón como eje fundamental.

Es de agradecer que el autor nos de pistas de elementos prácticos a tener muy en cuenta a la hora del trabajo (permitirse la expresión y la conexión con la rabia, tan mal tratada en nuestra cultura, el permiso del “como si”, lo importante del valor, etc.).

Evidentemente en la vida diaria no es fácil encontrar un caso como el de la mujer que se nos presenta, con tanto valor y con tanta buena predisposición, pero bueno, todo es ponerse, ¿no?
Otro gran valor del libro es que nos hace reflexionar sobre nuestra manera de ver la vida, y nos pone delante del espejo para que podamos ver una manera práctica de situarnos.

Me parece muy gráfica la explicación de cómo nos comportamos frente al espejo. Si vemos algo que no está bien no vamos a la imagen especular a arreglarlo sino que nos vamos a la figura original, a nosotros mismos y esa es la principal lección del cuento, mira dentro de ti, en lugar de echar pelotas fuera.




1 comentari:

  1. Hola, acabo de leer el libro,"la ley del espejo", ciertamente, no sabía como asociar mis problemas económicos y mis fracasos recientes con culpar a nadie particular, pero de pronto me ha venido una luz. Mi maestra de niña, mi maestra se aseguró de hacerme entender a mi y a mi madre que no conseguiría nada en la vida, que era gandula y poco trabajadora y por ello nunca tendría éxito, no se escondia para hacerlo saber puesto que usaba descalificativos para hablar con los alumnos y asi dejar claro quien iba por buen camino y quien no, creo por lo que he entendido del libro que desde esa edad lucho para demostrar al mundo que mi maestra estaba equivocada conmigo pero en el fondo sigo creyendo en sus palabras de fuego y no me dejan avanzar, por ello creo que echo las culpas de mis fracasos a esa maestra y no puedo dejar de pensar en mi pasado.

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